La enfermedad cerebrovascular esta constituida por diferentes condiciones patológicas que se originan por trastornos en la circulación cerebral y que induce a una alteración transitoria o definitiva del funcionamiento de una o varias zonas del cerebro. De acuerdo a la naturaleza de la lesión puede dividirse en dos grandes grupos: isquemia cerebral y hemorragia cerebral, siendo la primera la forma predominante, entre el 75-85% del total de casos, con predominio de la trombosis sobre la embolia, constituyendo la primera causa de invalidez de la población adulta, tanto en los países desarrollados como en países en vías de desarrollo.
El ultrasonido es el método más utilizado para el diagnóstico de la enfermedad carotídea. Su aportación ha permitido medir el espesor miointimal, caracterizar la morfología de la placa, determinar el grado de obstrucción y valorar el riesgo cerebrovascular.
El ultrasonido tiene múltiples ventajas. Es preciso, no invasivo, menos costoso que otras técnicas diagnósticas, puede repetirse todas las veces que se considere necesario y no requiere material de contraste.